Mantenimiento de plantas eléctricas: lo que debes hacer para evitar fallos
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Tener una planta eléctrica disponible en tu empresa, industria o proyecto es una decisión inteligente. Pero para que realmente sea un respaldo confiable, es indispensable realizar un mantenimiento adecuado. Las fallas en generadores suelen ocurrir justo cuando más los necesitas, y en la mayoría de los casos, la causa es simple: falta de mantenimiento.
En este artículo encontrarás una guía técnica, clara y completa sobre el mantenimiento de plantas eléctricas, enfocada en evitar fallos, maximizar su vida útil y mantener tu operación protegida.
¿Por qué es clave el mantenimiento de una planta eléctrica?
Una planta eléctrica que no se mantiene correctamente:
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Pierde eficiencia energética.
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Presenta mayor consumo de combustible.
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Es más propensa a sobrecalentarse o fallar al arrancar.
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Se vuelve inestable para cargas sensibles (equipos médicos, servidores, etc.).
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Tiene una vida útil mucho más corta.
Las consecuencias pueden ser críticas: desde interrupciones en la operación hasta daños en sistemas costosos conectados a la red eléctrica de respaldo.
En contraste, un mantenimiento adecuado te permite:
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Garantizar que la planta funcione al primer intento.
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Prevenir paradas inesperadas o pérdidas económicas.
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Cumplir con las normas de seguridad industrial.
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Prolongar la vida útil de todos los componentes.
Tipos de mantenimiento en plantas eléctricas
1. Mantenimiento preventivo
Es el más importante. Se realiza de forma programada, con o sin uso reciente de la planta. Este tipo de mantenimiento busca prevenir fallos antes de que ocurran.
Incluye:
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Cambio de filtros de aceite, combustible y aire.
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Cambio de aceite y limpieza del sistema de lubricación.
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Revisión del sistema de refrigeración.
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Pruebas del sistema de arranque (baterías, motor de arranque).
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Revisión del sistema de escape (posibles fugas o corrosión).
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Inspección del sistema eléctrico y conexiones.
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Comprobación del alternador y regulador de voltaje.
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Verificación del sistema de transferencia automática (ATS).
Se recomienda hacerlo cada 200 a 250 horas de uso o al menos dos veces al año, dependiendo del fabricante y el ambiente de operación.
2. Mantenimiento correctivo
Este mantenimiento se realiza cuando ya existe una falla o problema. Suele ser más costoso y puede implicar tiempo de inactividad. Algunas intervenciones típicas son:
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Sustitución del alternador por daño eléctrico.
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Reparación del motor por desgaste, fugas o pérdida de compresión.
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Corrección de errores en la programación del panel de control.
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Reparaciones por daños en el sistema de combustible o escape.
El mantenimiento correctivo nunca debería ser la norma. Su costo y riesgo lo hacen inviable como estrategia a largo plazo.
3. Mantenimiento predictivo
Aunque menos común, algunas empresas con plantas críticas utilizan sensores o herramientas de monitoreo para detectar problemas antes de que ocurran. Esto incluye:
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Análisis de aceite (para detectar contaminación o desgaste).
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Termografía para revisar calentamientos anormales.
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Monitoreo remoto con alarmas y reportes automáticos.
¿Cada cuánto tiempo debo hacer mantenimiento?
Depende de tres factores:
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Horas de uso.
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Condiciones ambientales.
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Tipo de carga conectada.
Recomendación general:
Tipo de revisión | Frecuencia mínima recomendada |
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Chequeo visual básico | Semanal o mensual |
Encendido de prueba sin carga | Cada mes |
Mantenimiento preventivo completo | Cada 6 meses o 200 horas |
Mantenimiento mayor | Cada 1.000 a 1.500 horas de uso |
Si la planta eléctrica se encuentra en un lugar con polvo, humedad, salinidad o temperaturas extremas, estos periodos deben acortarse.
¿Cómo hacer una rutina mensual básica?
Aunque el mantenimiento técnico debe hacerlo un profesional, el operador del sitio puede realizar algunas acciones:
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Verifica niveles: aceite, refrigerante y combustible.
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Busca fugas: revisa visualmente si hay escapes de líquidos.
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Enciende el equipo: realiza una prueba en vacío de al menos 15 minutos.
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Escucha el motor: detecta ruidos inusuales.
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Comprueba el ATS: asegúrate de que el sistema de transferencia automática responda correctamente.
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Revisa el tablero: observa indicadores de voltaje, frecuencia y presión.
Llevar un registro escrito o digital de estas inspecciones ayuda a anticipar posibles fallos y mantener una trazabilidad profesional.
Consecuencias de un mantenimiento deficiente
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Arranque fallido: la planta no responde en el momento crítico.
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Sobrecalentamiento: el motor trabaja forzado y puede dañarse.
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Contaminación interna: residuos de combustión o aceite degradado obstruyen componentes.
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Daño a equipos conectados: sobretensiones o variaciones de frecuencia pueden afectar cargas sensibles.
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Reducción drástica de la vida útil: un equipo que debería durar 15-20 años, puede fallar en 5 si no se mantiene.
En SAMEC hemos atendido casos donde el 90% de los problemas eran completamente evitables si se hubiese realizado un mantenimiento básico y a tiempo.
Costos reales de no hacer mantenimiento
Aunque algunas empresas creen que se están "ahorrando" el mantenimiento, la realidad demuestra lo contrario:
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Una reparación mayor puede costar entre 3 y 7 veces más que un mantenimiento preventivo.
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El tiempo de inactividad puede representar miles de dólares en pérdidas, dependiendo del sector.
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La pérdida de confianza del cliente final ante un apagón no tiene precio.
Invertir en mantenimiento es más barato que enfrentar una emergencia.
Beneficios de contratar un plan con SAMEC
En SAMEC ofrecemos planes de mantenimiento preventivo y correctivo, diseñados para adaptarse al tipo de planta, uso y sector de cada cliente.
Nuestros servicios incluyen:
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Técnicos certificados con experiencia en campo.
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Reportes técnicos y diagnósticos precisos.
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Recordatorio automático de mantenimientos.
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Disponibilidad inmediata de repuestos originales.
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Acompañamiento técnico y asesoría personalizada.
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Respaldo en caso de emergencias con respuesta rápida.
Además, brindamos mantenimiento a plantas eléctricas de 10 kVA hasta 300 kVA, tanto estacionarias como portátiles, en empresas de sectores como construcción, retail, salud, agroindustria y centros logísticos.
Conclusión
El mantenimiento de plantas eléctricas no es una recomendación. Es una necesidad. Es el único camino para garantizar que, llegado el momento, la planta funcione como debe. No basta con tener un generador disponible. Hay que asegurarse de que esté listo.
En SAMEC te ayudamos a construir ese respaldo confiable con rutinas de mantenimiento hechas por expertos, repuestos certificados y un equipo que entiende la importancia de no fallar… justo cuando más lo necesitas.
¿Ya sabes cuándo fue el último mantenimiento de tu planta?
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Contáctanos. En SAMEC, tu energía está en buenas manos.